INTOCABLE
- FLORES HERNÁDEZ ANA KAREN
- 21 jul 2018
- 2 Min. de lectura

Sinopsis
Tras un accidente de parapente, Philippe, un rico aristócrata, contrata a Driss como asistente y cuidador, un joven procedente de un barrio de viviendas públicas que ha salido recientemente de prisión —en otras palabras, la persona menos indicada para el trabajo—. Juntos van a mezclar a Vivaldi y “Earth, Wind & Fire”, la dicción elegante y la jerga callejera, los trajes y los pantalones de chándal. Dos mundos van a chocar y van a tener que entenderse mutuamente para dar lugar a una amistad tan demencial, cómica y sólida como inesperada, una relación singular que genera energía y los hace… ¡intocables!
RESEÑA
Intocablees un campo de minas. Es decir, baraja cuestiones de potencial melodramático inenarrable, contextos de gran calado social e incluso político y personajes que caminan en el filo mismo del abismo con un pie en el aire. El milagro es queEric ToledanoyOlivier Nakacheburlan todos los explosivos sorteando con loable frescura el marrón de un relato con grandioso potencial de ladrillo lacrimógeno y moralejas de superación monovolumen. El detonante dramático es una amistad imposible entre dos extremos: un millonario tetrapléjico cuyo dineral amortigua la amargura de un día a día en una silla de ruedas y un inmigrante senegalés de suburbio y vivienda de protección pública que no tiene donde caerse muerto ni razones para sentirse francés o parisino. La gracia del asunto es la empatía entre los dos extremos; el uno ciudadano acaudalado y socialmente decente y el otro uno de esos airados inquilinos de la multiétnica periferia de París que son foco de disturbios e indignación antisistema de unos años a esta parte. El quid de la cuestión es que ambos se necesitan como el comer, y que Toledano y Nakache no están dispuestos a ceder al arquetipo llorón del inválido atormentado y del inmigrante desamparado y deprimido. No, de hecho los dos manejan un sentido del humor muy notable, riéndose de las respectivas desgracias y poniendo buena cara ante el mal tiempo. Ya solo por esoIntocablees una cinta diferente e insólita; otra manera de mirar la tragedia es posible; se puede tocar fibra sin caricaturizar la marginalidad ni la desdicha. En ese sentido esta película es una lección de dramatismo complejo y ambivalente. Lo que conmueve aquí no es el énfasis de la tragedia, de hechoIntocableflirtea más a menudo con la comedia gamberra que con el drama, sino la impecable complicidad de los dos polos, la humanidad jocosa de los retratos y la química improbable entre dos personajes nacidos para existir en películas distintas. François Cluzet y Omar Sy recogen el guante interpretando en un grandioso mano a mano las intenciones de Toledano y Larache como nadie podría; la sorna y el descaro, el vitalismo estoico y la redención creíble, libre de solemnidad impostada, que brota del feliz encuentro.Intocablevendría a ser unPaseando a Miss Daisycínica y con contenido. En fin, que no es fácil comprender por qué ha reventado la taquilla francesa coleccionando records y ganancias astronómicas.
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